Ante la emergencia: ¡Ocupemos la política!
¿Para qué sirven los gobiernos locales? Muchos nos hemos hecho la pregunta durante el confinamiento, mientras observamos la torpe respuesta de nuestras alcaldías y municipios frente el COVID. Síndicos, regidores y alcaldes se conforman con generar programas clientelares, claudicando a su responsabilidad de proveer servicios públicos de calidad y de generar planes de acción para confrontar la pandemia y sus efectos. Han claudicado a su labor esencial, esperando a que el gobierno federal y los gobiernos estatales resuelvan la crisis.
Frente a su ausencia, nuestro planteamiento es simple: incidir en la vida política desde abajo y desde lo local. Queremos que en cada colonia y en cada barrio, exista un grupo de activistas que monitoree la acción del gobierno, sin importar el partido en el poder. Activistas que presionen para que los recursos públicos se canalicen a programas que reactiven la economía y brinden salud y bienestar a la gente, por encima de la lógica electoral de los partidos. Pero somos claros: buscamos activistas, no influencers. Más que influir en la opinión pública, buscamos construir organización de base para dar respuesta a los estragos de la pandemia.
El Estado somos nosotros y en momentos de crisis, como en el que vivimos, ocupamos hacer algo más que sólo esperar a la siguiente elección. Ocupamos arremangarnos la camisa y echar mano de nuestra capacidad colectiva. Ocupamos presionar a nuestras autoridades inmediatas para construir conjuntamente soluciones técnicamente viables y políticamente legítimas. Y ocupamos dar un paso más allá: incidir en los partidos políticos para que en el 2021 postulen a hombres y mujeres comprometidos con un agenda progresista, sustentable, feminista y resiliente ante la emergencia.
Estos meses, hemos visto la asombrosa capacidad de respuesta de la sociedad civil, que continúa instalando bancos de alimentos para los que no pueden salir de casa; brindando refugio a mujeres que sufren violencia en el hogar; contrarrestando la desinformación de las redes -y a veces del propio gobierno; lanzando campañas digitales para canalizar donaciones; estableciendo líneas de emergencia para la salud mental; y generando estrategias de reactivación económica.
ActivistasMX es una plataforma que busca identificar, articular y escalar este tipo de iniciativas ciudadanas haciendo copartícipe a los gobiernos locales de estos esfuerzos. Las campañas cívicas lanzadas desde nuestro sitio servirán como base para construir una Agenda Post-Covid. Y en 2021 lucharemos porque nuestras propuestas y causas incidan en la elección de regidores, alcaldes y diputados locales.
Somos francos, sabemos que no hablamos en nombre de todos. Reconocemos que el activismo es un campo plural con agendas diversas y en ocasiones incluso contrapuestas. Tenemos claro que somos una fracción del conjunto social, pero cada una de nuestras luchas mantiene una aspiración universal. Somos una coalición amplia que abraza a causas e identidades históricamente ignoradas. Luchamos no sólo por ciudadanizar la política, sino por ampliar la concepción misma de lo que es un «ciudadano». Muchos sujetos siguen siendo tratados como ciudadanos de segunda y han quedado relegados de la toma de decisiones. Hoy queremos que a nivel local incidan las voces de colectivos feministas, de trabajadoras del hogar, de movimientos ambientalistas, de la comunidad LGBTTTIQ+, de agrupaciones juveniles, de nuestros pueblos originarios, de personas con VIH, de personas con discapacidad, de trabajadoras sexuales, trabajadores de call centers y supermercados, de artistas, organilleros, vendedores ambulantes, de todas ellas y ellos. Sanear nuestra vida pública de la partidocracia, el clientelismo y la corrupción exige de su participación.
Nuestra democracia ha sido orillada a un falso dilema: «votar entre una persona preparada o una con cercanía a la gente». Si un candidato tiene preparación se le descalifica por ser un «tecnócrata elitista», y si viene desde abajo, se nos pide perdonarle su ineptitud por «estar con el pueblo». Rechazamos esa pantomima populista. Somos más de 120 millones de mexicanos y muchas de nosotras y nosotros contamos con cercanía a nuestra comunidad para conocer sus problemas, capacidad para generar soluciones, y un trabajo de años que dan cuenta de nuestro compromiso.
¡Que nadie pida permiso! Luchemos porque la ciudadanía vuelva a ser el centro de lo público. Porque el ciudadano común incida en la toma de decisiones. Por ejercer nuestro derecho a participar sin miedo, sin censura, sin condiciones, a votar y también a ser votados. Ocupemos la política a nuestro modo, como sabemos hacerlo: sin clientelas, sin dinero de inmobiliarias, ni la bendición de líderes de partido. Ocupemos la política con lo más valioso que tenemos: nuestra propuesta, nuestras historias y la inquebrantable fortaleza que nos da el estar organizados.
Julio, 2020